La región de América Latina y el Caribe está experimentando actualmente el proceso de envejecimiento más rápido a nivel mundial, con una cobertura de seguridad social inadecuada para garantizar ingresos suficientes para las personas mayores. Además, el empleo informal es un problema predominante en la región, dejando a muchas personas sin ingresos suficientes.
Esta realidad no solo afecta a las comunidades receptoras, sino también a los migrantes y refugiados, ya que la región ha experimentado una gran cantidad de movimientos migratorios (se espera que este fenómeno se vuelva más dinámico) debido a los desafíos que han enfrentado los países, como el cambio climático, los conflictos y el deterioro económico.
Con un importante proceso de envejecimiento en la región, un alto porcentaje de personas en movilidad humana y siendo conscientes de que el tiempo promedio que los refugiados pasan en el lugar de recepción había aumentado a 20 años en 2013 (Fiddian-Qasmiyeh, et al. 2014), la pregunta a la que nos enfrentamos ahora es ¿cómo están respondiendo nuestros sistemas de protección social a ambos fenómenos? ¿Están los gobiernos incluyendo a los migrantes y refugiados en sus planes?
Nuestro nuevo informe, “Migración y envejecimiento: Seguridad de ingresos durante la vejez para la población refugiada y migrante en Colombia y Perú” tiene como objetivo responder a estas preguntas identificando cómo se pueden adaptar los sistemas de protección social en Colombia y Perú para proteger a las personas en movimientos migratorios mixtos centrándose también en los migrantes y refugiados mayores, haciendo hincapié en los mecanismos de transferencia monetaria, tanto contributibos como no contributivos.
Esperamos que este documento proporcione nuevas evidencias que permitan a los gobiernos gestionar la migración, verla como una oportunidad para abordar la aceleración del envejecimiento de la población y promover la sostenibilidad de sus sistemas de protección social.