Inclusión digital de las mujeres mayores

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Rose Gahire, vicepresidenta de Nsindagiza, miembro de la red de HelpAge International, en Kigali, Ruanda, asistió a la 67ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas en Nueva York en marzo de 2023, como parte de la delegación de HelpAge.

Tuvo la oportunidad de formular una declaración durante el debate general sobre los desafíos que enfrentan las mujeres mayores en los países de ingresos bajos y medios en relación con la innovación y el cambio tecnológico, y la educación en la era digital. Destacó la importancia de involucrar a las mujeres de edad que a menudo se pasaban por alto en los debates sobre la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. A continuación sus palabras.

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Gracias por concederme la palabra. Represento a HelpAge International y a la Red Global de HelpAge, que es una alianza mundial que defiende los derechos de las personas mayores. Con 171 miembros en 90 países, la Red Global HelpAge trabaja con personas mayores en países de ingresos bajos y medios para mejorar los servicios y las políticas y los cambios en los comportamientos y actitudes hacia la vejez.

“No dejar a nadie atrás” también significa no dejar a nadie offline. La inclusión digital es ahora fundamental para la inclusión social. Sin embargo, las mujeres mayores, y en particular aquellas que viven con discapacidades, no tienen igualdad de acceso al mundo digital.

La exclusión digital en la vejez se debe a la falta de acceso a dispositivos digitales e Internet, recursos financieros inadecuados y habilidades limitadas de alfabetización digital. Estos desafíos suelen ser más grandes para las mujeres mayores que viven en zonas rurales o remotas. La pandemia de COVID-19 también ha sacado a la luz esta brecha digital.

Las tecnologías de Inteligencia Artificial (IA) perpetúan los sesgos de género y edad, particularmente en áreas como el empleo y los servicios financieros.

Los estereotipos y prejuicios sobre la capacidad y la voluntad de las mujeres mayores para utilizar las tecnologías digitales están muy extendidos. Sin embargo, muchas de ellas son capaces y están dispuestas a aprender habilidades digitales. La exclusión de las mujeres mayores del aprendizaje a lo largo de toda la vida es una negación de su derecho a la educación e impide la realización de otros derechos, como el derecho al trabajo, a participar plenamente en la vida cívica, política y a la salud.

La inclusión digital de las mujeres mayores puede ser un impulsor para establecer nuevas conexiones con personas de diferentes edades en diferentes espacios. Además de obtener acceso a servicios en línea, las habilidades digitales también pueden aumentar su acceso a un trabajo decente. Si bien la digitalización puede fortalecer las conexiones de las mujeres mayores, también podría ser un impulsor del aislamiento social y la soledad. Necesitamos una mejor comprensión de las brechas digitales, los daños digitales y si las conexiones virtuales deberían complementar las conexiones sociales cara a cara.

Para promover la inclusión digital de las mujeres mayores, los factores clave son el acceso al aprendizaje digital y el diseño de servicios digitales amigables con las personas mayores: entornos digitales éticos, seguros y sin discriminación por edad que abarcan la diversidad de las mujeres mayores. Para aquellos que no pueden conectarse digitalmente es esencial que puedan seguir accediendo a todos los servicios públicos en persona.

Debemos fomentar la colaboración intergeneracional, cerrar la brecha digital y derribar las barreras sociales y culturales para garantizar que las mujeres de todas las edades tengan igual acceso a la tecnología y a las habilidades que necesitan para usarla de manera efectiva. La acción intergeneracional también puede fomentar una cultura de aprendizaje permanente.

Involucrar específicamente a las mujeres mayores en el diseño de políticas y programas puede ayudar a garantizar que las iniciativas se diseñen de manera que apoyen las necesidades de las mujeres de todas las edades, contribuyendo a un futuro más inclusivo y equitativo.

 

Nota original aquí.
Traducción por: Valentina Pardo