El Servicio Social de Iglesias Dominicanas es una organización cristiana que ha estado trabajando en República Dominicana desde 1962. Desde esta fecha, la organización que recientemente se unió a la red de miembros de HelpAge ha atendido las necesidades de las comunidades más pobres del país a través de programas relacionados con la agricultura, los derechos humanos, la educación y la reducción del riesgo de desastres, salud y medio ambiente.
Con su sólida experiencia en programas sociales, han mejorado la vida de diferentes comunidades rurales. La mayoría de las personas que participan de estos proyectos son mayores de 60 años, cuya condición se caracteriza porque son quienes “quedan” en el campo, debido a las tendencias migratorias que se están dando hacia las ciudades.
A través de asistencia técnica y algunos recursos económicos, la organización busca contribuir a la calidad de vida de las personas mediante proyectos sociales que beneficien, involucren y organicen a las comunidades de tal manera que a futuro puedan ser autosostenibles.
¿Cómo se dio la creación del Servicio Social?
En 1962, como producto de algunas dificultades sociales que surgieron en el país. Luego de la Guerra Civil, las iglesias protestantes se unieron para ver de qué forma podían contribuir a favor de las personas. En ese sentido, el Estado otorgó un permiso a la iglesia, la que tenía autorización para poder intervenir por medio de la ayuda. En ese momento inicia el trabajo del Servicio Social de Iglesias Dominicanas, a través de un proceso de ayuda, cuyo método de trabajo era asistencialista.
Desde 1962, ¿cuáles han sido sus momentos de mayor orgullo?
Tenemos varios momentos, siendo el más importante haber mejorado la calidad de vida de más de 100 comunidades, con más de 29 mil personas beneficiadas a través del acceso a servicios, tales como agua potable, alimentos, salud y educación.
Otros momentos fueron la donación de vacunas contra la poliomielitis, que en ese momento República Dominicana carecía de ellas, facilitando con ello la reducción de dicha enfermedad; la construcción de viviendas para las familias haitianas que vivían en un área vulnerable hacia los eventos de riesgos de desastres; y la reducción de la desnutrición en niños y niñas en las comunidades asistidas por la organización.
En la actualidad, ¿qué proyectos están desarrollando?
Nosotros continuamos trabajando en las comunidades más pobres con proyectos según las necesidades, incluyendo programas en agricultura, derechos humanos, educación, reducción del riesgo de desastres, salud y medio ambiente. Aunque no tenemos una división sectorial específica para la población mayor, la mayoría de las personas que participan en los proyectos son mayores de 60 años, cuya condición se caracteriza porque son quienes permanecen en el campo, debido a las tendencias migratorias que se están dando hacia las ciudades.
Otros proyectos recientes son ‘Cultura de Paz’, desarrollado en la zona fronteriza, con enfoque binacional; seguridad alimentaria; la reducción del riesgo de desastres en las islas del Caribe, y también la institucionalización de la gestión comunitaria sostenible frente al mismo tema mencionado (CBDRM).
Específicamente, ¿cuál es el papel de las personas mayores dentro del Servicio Social?
Las personas mayores son beneficiarias, pero también son actores activos, ya que son quienes se empoderan de los proyectos que nosotros desarrollamos. En el Servicio Social brindamos la asistencia técnica y algunos recursos, pero la población mayor es la que se involucra y se organiza para autosostenerse en el tiempo.
¿Por qué trabajar por y para las personas mayores y el envejecimiento?
En las comunidades donde trabajamos, la mayoría son personas mayores abandonadas por su familia; la cual está migrando a diferentes ciudades en búsqueda de mejores oportunidades. Esta población se queda en sus territorios sin facilidades económicas para poder subsistir, además, en su mayoría no tiene acceso a servicios económicos y de salud necesarios. De ahí surge nuestra motivación para auxiliarlos y que ellos se sientan productivos.
Hablemos de las personas que trabajan en el Servicio Social, ¿quiénes conforman el equipo de trabajo?
El Servicio Social funciona a través de una oficina central en Santo Domingo, República Dominicana, donde tenemos una asamblea, junta directiva, un director y dos gerencias, una gerencia administrativa y una de operaciones y proyectos alrededor del país, abarcamos cinco regiones donde trabajan coordinadores, encargados de áreas y técnicos, quienes se desplazan directamente a las comunidades y voluntarios de las comunidades.
Finalmente, ¿cuál ha sido el más valioso aprendizaje de trabajar en el Servicio?
Cómo el desconocimiento trae tantos problemas, hasta provocar la misma muerte. La ignorancia ocasiona que las comunidades no puedan tener acceso a una buena calidad de vida. Una comunidad pobre puede empoderarse, aprender y gestionar por sí misma la solución a sus necesidades. La educación permite superar el temor al reclamo de los derechos que le asisten independientemente de la condición de pobreza.
Nos alegra mucho tener a un nuevo miembro como el Servicio Social de iglesias, ya que es admirable su trabajo en las zonas rurales y fronterizas, respondiendo a muchas necesidades de la población mayor, incluyendo en situación de migración. Si quieren saber más contactar a Lorenzo Mota King lmotaking@yahoo.es