Existe evidencia de que las personas mayores son uno de los grupos etarios más vulnerables en caso de eventos naturales, aún en países desarrollados. Por esta razón nos sumamos al llamado de las Naciones Unidas de concienciar a los gobiernos y a las personas para que tomen medidas encaminadas a minimizar, prevenir y mitigar estos riesgos.
Es importante resaltar que tener una población global envejecida es bueno. El aumento de la expectativa de vida es el resultado de mejores condiciones de vida y servicios de salud, y no debemos olvidar el enorme valor que las personas mayores traen a las comunidades, porque tienen grandes reservas de conocimientos sobre el territorio que habitan, reconociendo y resaltando sus fortalezas y debilidades, además posiblemente han experimentado pérdidas humanas y económicas en el trayecto de sus vidas, por lo que su conocimiento de las comunidades y la naturaleza trae importantes ideas sobre las acciones que aportan o no en los lugares donde viven para la reducción de riesgos de desastres. Desafortunadamente, rara vez se planea en conjunto con ellos estos procesos y la riqueza de la experiencia es ignorada.
Potenciales contribuciones de las personas mayores en la reducción del riesgo:
1. Tienen un mayor conocimiento de los eventos pasados, así como prácticas ancestrales que son determinantes para el territorio.
2. Su experiencia no es solo la acumulada por los años, sino que se determina por los distintos roles que han desempeñado, por ejemplo como trabajadores, padres, dirigentes, líderes, etc.
3. Son usualmente respetados como figuras de sus comunidades.
4. Suelen tener disposición para ser miembros activos de la comunidad de Gestión del Riesgo.
Las tres lentes del conocimiento
Dependiendo del contexto en el cual la gente vive, y cuánto tiempo ellos y sus ancestros han estado allí, el conocimiento de las generaciones mayores puede variar mucho. En HelpAge consideramos que hay tres lentes de conocimiento, y es probable que una persona mayor tenga elementos de cada uno de ellos.
Conocimiento indígena: la información socio-ecológica transmitida a las generaciones a través de historias, tradiciones y estructuras de creencias dentro de las comunidades. Esto puede retroceder incluso siglos atrás.
Conocimiento tradicional: similar al anterior, pero puede haber sido adquirido por generaciones más recientes. Va desde las habilidades y filosofías complejas generadas por la interacción de la gente con su entorno social y natural, y puede tener lugar dentro de comunidades más amplias que sólo las poblaciones indígenas.
Conocimiento del individuo: Aquí es donde la edad puede cosechar beneficios. Las personas mayores a menudo recuerdan eventos y desastres anteriores, así como el impacto que tuvieron y las formas en que se enfrentaron con ellos. Pueden aportar su perspectiva de cómo han sufrido estos incidentes en función de su edad en el momento.
El valor del conocimiento
Todos estos tipos de conocimiento pueden tener un valor significativo en el trabajo de reducción del riesgo de desastres. A nivel científico existen grandes avances en la identificación de amenazas, es decir de los diferentes peligros a los que se pueden encontrar expuestas las comunidades, sin embargo, como bien es sabido los riesgos existen en el momento que se conjugan con las debilidades existentes en un territorio y frente a esto, el mundo enfrenta el gran reto de avanzar en la identificación de vulnerabilidades.
De lo anterior, puede considerarse como una debilidad la baja interlocución de los saberes tradicionales con los científicos.
“La ciencia tiene tradición y la tradición tiene ciencia” Henry Peralta, 2014.
En Colombia, HelpAge International junto a CorpoRiesgos desarrollan un proyecto con el apoyo de la Unión Europea para promover acciones de Reducción del Riesgo por Desastres con un enfoque especial hacia las personas mayores en el departamento del Cauca.
En el marco de este proyecto y con la participación de las personas mayores, se han logrado determinar acciones específicas de reducción del riesgo enmarcadas en la cosmovisión indígena y específicas para las condiciones geográficas del departamento del Cauca, con el objetivo de garantizar la permanencia en el territorio en condiciones de seguridad y armonía.
“Existen riesgos en nuestro territorio a los que estamos expuestos, por escenarios de amenazas que se han constituido por la misma naturaleza y también por la mala intervención del hombre, lo que ha generado que el territorio quede desprotegido y que tengamos que vivir en un terreno completamente quebrado. En este contexto, son las personas mayores quienes tienen mayor conocimiento de los cambios que se han producido y los intentos fallidos así como los casos de éxito que podrían ser aplicados en procesos de reducción del riesgo”. Orlando Marulanda, Coordinador Municipal de Gestión del Riesgo. Inzá – Cauca
Fotos de © Francia González Bedoya y Oscar Alfredo Velasco Mora